SORPRESAS en enero 2010
Amanecer al calor de una chimenea y ver caer los primeros copos de nieve, ya anunciaban un gran día. El domingo 10, la naturaleza nos hizo el primer regalo del año: la blanca nieve que transforma el paisaje.
Tan sólo a unos cuantos kilómetros de casa, y el viaje relámpago nos envolvió en otro tiempo y hacia otros lugares. Pocas y contadas ocasiones para disfrutar de tanta paz...podríamos jugar a las adivinanzas, no es Siberia ni Malasia, pero entre aves ¿quien sabe dónde?
La sabiduría popular, añade la certeza: año de nieve, año de bienes...y, el frío es más agradable ante estas espectativas y estas imágenes que nos acompañarán el resto del trayecto.
Me queda agradecer a los amigos en estos y en otros muchos momentos.
Gracias Isa, y gracias Juan. Nos vemos en otra aventura.




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