Aunque pasé el domingo entre libros, no olvidé respirar cada brisa al pasar junto al árbol ni sentir el tibio abrazo del sol de abril. Para celebrarlo recupero esta imagen de una de las obras publicadas que me recuerda este trato. La Tierra nos ofrece colores a veces imposibles, y con ellos vivimos.
Y por supuesto, recordé también a Benedetti.
"mis ojos sin tus ojos no son ojos"
"mis ojos sin tus ojos no son ojos"
Miguel Hernández

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